¿Necesitas comprar un ventilador y no sabes por cuál decidirte? En Aosom.es hemos elaborado una guía de compra con el fin de facilitarte toda la información que necesitas para escoger el mejor. Nuestra intención es que obtengas la máxima satisfacción con tu adquisición y queremos ayudarte a que sea así.
Lo que necesitas saber antes de comprar un ventilador
Antes de escogerlo, debes tener en cuenta los distintos tipos de ventiladores que hay. Eso, junto con el espacio del que dispones para ponerlo, te ayudará a decidirte por los de una clase y descartar los de otra. Los resumimos a continuación.
Ventilador de pie clásico
- Es un ventilador oscilante, generalmente regulable en altura.
- Suele llevar temporizador, varias velocidades para que elijas y mando a distancia.
- Algunos modelos incluyen un depósito de agua y un nebulizador que ayuda a refrescar y humedecer el aire.
- Es fácil de transportar y puede llevar ruedas en las patas.
- Es muy eficaz y duradero. Posee amplios ángulos de oscilación.
Ventilador de torre
- Su diseño es más compacto y homogéneo.
- Puede llevar tres funciones: ventilar, humedecer y enfriar.
- El ventilador también es oscilante y dispone de mando a distancia.
- El flujo de aire es constante y uniforme.
- Es elegante, ocupa poco espacio y puede pasar desapercibido.
Ventilador de techo
- Suele poseer un mínimo de tres aspas y diseños muy actuales.
- Algunos modelos cuentan con motor de inversión para que lo puedas utilizar también en invierno y potenciar así la calefacción.
- Puede disponer de temporizador y de mando a distancia.
- Cuenta con distintas velocidades y efecto brisa.
- Este tipo de modelos es ideal para dormitorios o para esas habitaciones en las que no cuentes con mucho espacio.
Ventilador portátil con efecto de aire acondicionado
- Dispone de un depósito donde puedes colocar las placas de hielo que lleva incluidas o, directamente, cubitos de hielo.
- Al activarlo, humedece, enfría y ventila la estancia.
- Suele disponer de ruedas para trasladarlo con facilidad y es silencioso.
- Dispone de mando a distancia y varias modalidades para elegir.
- Consume tan poca electricidad como un ventilador, pero consigue descender unos grados la temperatura de cualquier estancia de la casa.
El modelo que mejor se adapta a tus necesidades
Ahora que ya tienes claro los tipos que hay, es el momento de establecer el criterio más importante para ti. Habitualmente, los compradores se decantan por uno de los tres criterios que te proponemos como ejemplos para tomar tu decisión a la hora de adquirir este producto.
El ventilador con la mejor calidad-precio
HOMCOM Ventilador oscilante con nebulizador de color negro
- Dispone de cinco aspas y es muy silencioso.
- Cuenta con un tanque de 2,8 litros para introducir el agua e, incluso, aceites esenciales.
- Puedes elegir entre tres velocidades.
- Se traslada fácilmente gracias a que tiene ruedas.
- Es un modelo ideal para lugares donde predomina el calor seco.
El ventilador más vendido
HOMCOM Ventilador de torre oscilante con mando a distancia
- Posee un diseño moderno y es muy funcional, gracias a su mando a distancia.
- Tiene tres modos de ventilación y lleva la opción de oscilación.
- Es un ventilador portátil, ligero y con asa para facilitar el transporte.
- Su motor de cobre puro es muy silencioso.
- Es de una elegante combinación en color blanco con la rejilla negra.
El ventilador más económico
HOMCOM Ventilador de torre con mando a distancia negro
- Es un ventilador oscilante con tres velocidades de ventilación.
- Posee la función de apagado automático.
- Es ligero y fácil de transportar gracias a su asa integrada.
- Tiene mando a distancia para que te resulte más cómodo manejarlo.
¿Por qué comprar un ventilador?
Son muchas las ventajas que conlleva adquirir un ventilador de pie o de otro tipo:
- A velocidades bajas y moderadas, suelen ser silenciosos.
- Son muy eficientes. Esto quiere decir que gastan muy poca energía eléctrica y apenas notarás en la factura un incremento por su uso.
- Excepto los de techo, son muy fáciles de transportar. De esta manera, puedes cambiarlos de estancia según tus necesidades.
- Muchos de ellos son programables, con bastantes horas de antelación.
- Constituyen la mejor alternativa para personas a las que no les sientan bien los aires acondicionados.
FAQ
En general, es mejor uno de techo porque ventila de manera homogénea toda la habitación, especialmente la zona de la cama. Con el ventilador de pie la corriente de aire puede concentrarse en un sitio, lo que también puede ser una ventaja.
Los ventiladores de pie clásicos puedes regularlos en altura. Esa es una funcionalidad de la que carecen los de torre. Además, suelen tener un ángulo de oscilación mayor. A cambio, los de torre son elegantes y ocupan menos espacio.
En sentido estricto, un aparato de aire acondicionado toma aire del exterior, lo enfría y lo expulsa en el interior para refrescarlo. Así, necesitan un tubo de entrada y salida al exterior. Si no lo llevan, puede tratarse de un ventilador con humidificador que, si pones hielo o agua fría en el depósito, reduce unos grados la temperatura de una estancia. Es muy práctico, silencioso y, sobre todo, barato.
Es especialmente práctico en las zonas del interior peninsular. Si vives alejado de la costa o la humedad ambiental de donde resides es baja, notarás la diferencia y le sacarás el máximo partido.
Mantenimiento de un ventilador
Los ventiladores necesitan pocas acciones de mantenimiento, pero, si las llevas a cabo, aseguras una larga vida útil. Te proporcionamos algunos consejos:
- Si es un ventilador de pie, retírale la carcasa con cuidado para acceder a las aspas.
- Si es necesario, lubrica el eje y el motor. Notarás que lo necesita si emite un ruido que antes no hacía.
- Revisa los engranajes y el cable de conexión a la red eléctrica.
- Comprueba que todos los tornillos continúan bien apretados.
- En los ventiladores de techo, nivela las aspas y verifica el estado de la fijación al techo.
- Tanto cuando lo vayas a guardar como cuando lo saques para utilizarlo, conviene que retires el polvo acumulado de tu ventilador de pie con un paño húmedo.