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Guía práctica para comprarte el mejor invernadero

Los invernaderos son estructuras que pueden tener formas muy diversas y sirven para poder cultivar planas durante el invierno. Los más habituales están hechos por una estructura metálica y por una cubierta superior con formas muy variadas que está protegida por plástico o vidrio.

Los invernaderos son utilizados especialmente en países donde el clima es muy frio, ya que este tiene la capacidad de generar la temperatura y la humedad adecuada para poder cultivar todo tipo de plantas y hortalizas en invierno. Su finalidad es simular las condiciones climáticas óptimas para el correcto crecimiento de las plantas cultivadas en su interior

¿Cómo elegir el mejor invernadero?

Diferentes modelos de invernadero

Hay muchos tipos y modelos de invernaderos con diferentes formas y características. Debes elegir el que más te convenga según las condiciones climáticas de tu localidad y el tipo de uso que le quieras dar. Aquí os dejamos algunos de los tipos de invernaderos que existen.

Invernadero plano tipo parral

Este tipo de invernadero es ideal y únicamente recomendado para zonas poco lluviosas. Dispone de una estructura vertical y una de horizontal muy uniformes. Normalmente la cubierta de este tipo de invernaderos suele tener una altura de entre 1.5 y 3 metros y medio.

El precio económico que supone su construcción es quizá la principal ventaja que tiene este tipo de invernaderos. También disponen de una gran capacidad para adaptarse a la geometría del suelo y una buena iluminación uniforme y resistencia al viento. Sin embargo, también presentan bastantes desventajas en su uso. Este tipo de estructuras requieren de una especialización y conservación muy específica, y eso complica su mantenimiento. Otro inconveniente que presentan es su problemática a utilizarlos en lugares muy lluviosos. Al llover con abundancia hay el peligro que se estropee el techo debido a las bolsas de agua que se forman. Finalmente hay que evidenciar la difícil dificultad en las labores de cultivo por culpa de la gran cantidad de postes que necesita la estructura.

Invernaderos en forma de raspa

Los invernaderos en forma de raspa son una variante de los invernaderos tipo parral, pero estos están optimizados para poder evacuar el agua de la lluvia, ya que permiten que el agua pueda caer más fácilmente gracias a su forma irregular del techo. La parte más elevada del techo está sostenida con tubos galvanizados y la inferior se une a esta estructura mediante horquillas de hierro que se ajustan a la estructura del invernadero. Este tipo de invernaderos están recomendados para climas moderados, ya que por temas de aislamiento no es muy adecuado usarlo en climas más fríos.

Su principal ventaja es su económico precio comparado con el resto. Además, dispone de una fuerte inercia térmica que aumenta la temperatura por la noche, una resistencia a fuertes vientos gracias a su baja altura y una fuerte reducción de la humedad en días lluviosos.

Si nos fijamos en sus inconvenientes, el principal es que debido a su forma de techo irregular presenta diferentes tonos de luminosidad en el interior. Además, no permite aprovechar las aguas pluviales, puede tener pérdidas de calor mediante la cubierta y finalmente no resulta fácil poderle cambiar el plástico que le cubre el techo.

Invernadero tipo túnel

Este tipo de invernadero es uno de los más comunes, ya que acostumbran a ser invernaderos económicos, que son simples de utilizar, bastante resistentes y se pueden desplazar en caso de que sea necesario. Se suelen utilizar para pequeñas plantaciones que no requieran de una gran altura ni complejidad. La estructura acostumbra a ser metálica y ofrece una buena resistencia a los vientos y a la lluvia. Dispone de varias ventanas que permiten una perfecta ventilación al invernadero.   

Este tipo de invernadero te ofrece muchas ventajas en su uso, ya que su estructura no dispone de obstáculos a la hora de trabajar, tiene un reparto uniforme de la luz de su interior, es fácil de instalar y además de una buena ventilación, reduce el problema de la condensación y goteo gracias a la forma de su cubierta.  El único inconveniente que tiene el invernadero es que no aprovecha el agua de la lluvia debido a la forma de su cubierta.

Te recomendamos este invernadero túnel para que puedas cultivar tus plantas todo el año. Lo puedes encontrar ahora en oferta y con las mejores garantías de calidad.

Invernadero de capilla

Los invernaderos de capilla están caracterizados por tener el techo formando planos inclinados emulando la forma del típico tejado de una casa. Normalmente su anchura oscila entre 12 y 16 metros y su altura entre 3 y 4 metros. El techo puede tener diferentes inclinaciones, es importante fijarte bien en ellas, ya que cuanta más inclinación, más facilidades vas a tener para poder evacuar el agua de la lluvia.

La principal ventaja de este tipo de invernaderos es que su instalación y mantenimiento no requieren grandes dificultades. Además gracias a su inclinación es ideal para evacuar el agua en días lloviosos y su forma permite la unión de varios invernaderos en uno. Aunque por si sola tiene una muy buena ventilación, debes tener cuidado al juntar varios invernaderos ya que va a dificultarla. 

Invernadero de doble capilla

Este tipo de invernadero está formado por la unión de dos cubiertas de capilla y dispone de una estructura totalmente rígida. Tiene un uso muy versátil, ya que puede estar perfectamente tanto en climas templados como en climas más fríos. Eso es posible gracias a que tiene una forma que permite reforzar la estructura fácilmente para poder aguantar condiciones climáticas adversas.

Su estructura tiene una gran resistencia a los vientos y una buena ventilación, gracias a las ventanas situadas en las paredes laterales y frontales. Además, es fácil de instalarlo y dispone una buena iluminación en su interior. Se debe tener en cuenta pero que este tipo de invernadero es relativamente caro si lo comparamos con los demás.

Invernaderos de estilo gótico

Los invernaderos tipo gótico, en líneas generales son muy similares a los de tipo capilla, lo único que tienen de diferentes es el diseño de los arcos, los cuales tienen una forma ojival. Esa forma permite almacenar una mayor cantidad de aire en el interior del invernadero, proporcionado así un mejor clima para tus cultivos.

Este tipo de invernadero es muy práctico, ya que puedes usarlo con todo tipo de climas, incluso en climas muy extremos. Se pueden cultivar todo tipo de plantaciones en él, particularmente funcionan los cultivos suspendidos.

Te recomendamos este invernadero de estilo gótico, para que puedas cultivar tus plantas durante todo el año en las mejores condiciones. Lo puedes encontrar ahora en oferta y con envío gratuito. 

Invernaderos de cristal o tipo venlo

Este tipo de invernadero está prefabricado con estructura metálica cubierta de vidrio para protegerse del fuerte frio. Este tipo de invernaderos sobre todo se utilizan en el norte de Europa donde el frio es muy extremo y se necesitan las máximas precauciones. Su techo está formado por paneles de vidrio y perfiles de aluminio extruido. Existen diferentes modelos y calidades según las cargas de nieve, viento o granizo que tenga que soportar cada invernadero. Su estructura dispone de una gran resistencia i protección, ya que está hecha de pilares, cerchas de celosía y correas perimetrales de acero galvanizado.

Sus principales puntos a favor son su perfecta climatización y su gran adaptabilidad a climas de  frio muy extremo. Por contra, cabe destacar su elevado coste de construcción y mantenimiento, debido a su complejidad técnica.  

13 cosas que debes saber antes de comprarte un invernadero

¿Cuáles son las ventajas de utilizar un invernadero?

Permite tener unas condiciones climáticas adecuadas. El invernadero te da la posibilidad de regular la temperatura i la humedad, evitando así que los cultivos se expongan a situaciones climáticas adversas.

Permite avanzar los cultivos de temporada. Si dispones de un buen invernadero podrás empezar a plantar los cultivos meses antes de que les llegue su temporada. De esta forma podrás obtener los cultivos que con el intenso frio o calor del exterior no habrías podido, y así conseguir comercializar productos sin tener tanta competencia. ¡Podrás cultivar alimentos tan ricos y saludables como el aguacate o el plátano en pleno invierno!

Permite que las plantas jóvenes crezcan más fuertes. Normalmente una plantación joven con un clima muy adverso puede tener dificultades para crecer sana y fuerte. Utilizando un invernadero te aseguras en un porcentaje mucho más alto de que tus plantas no tengan ningún problema de crecimiento.

Intensifica la producción y aumenta el rendimiento. Una de las ventajas de utilizar un invernadero es que te permite optimizar mucho más la producción de los cultivos. Gracias a la protección que reciben las plantas, estas pueden crecer mucho más rápido. Normalmente una producción realizada en invernaderos produce de dos a tres veces más de rendimiento que los cultivos plantados a campo abierto. Incluso utilizando técnicas como hidroponía, los rendimientos pueden llegar a 10 veces más.

Reduce el riego a perder la producción y te aporta seguridad. El hecho que los cultivos puedan permanecer a salvo de la intemperie, permite que puedas calcular mucho mejor tu producción, ya que esta no se verá afectada por los factores climáticos.  Este es un punto muy importante, ya que los cultivos a campo abierto pueden sufrir diversos daños debido a fenómenos naturales que sucedan de forma aleatoria.

Permite realizar un uso más eficiente de fertilizantes. El uso de invernaderos te permite utilizar técnicas como la hidroponía i la fertirrigación, que sirven para minimizar cualquier tipo de desperdicio de productos químicos.

Permite la reducción del uso del agua. Con el uso de un invernadero podrás utilizar sistemas de gestión del agua muy eficientes, como por ejemplo técnicas de precisión como goteo, nebulización o microaspersión.

Permite tener una mayor seguridad frente a todo tipo de enfermedades y plagas. Poder cultivar en invernaderos te da muchas más herramientas para reducir el número de malezas que puedan darse en tus plantaciones. Eso se permite gracias a que el uso de productos fitosanitarios es menor.

Te da la posibilidad de cultivar todo el año. Gracias al aislamiento de que dispone el invernadero del clima exterior, este te permite tener tus cultivos en las mismas condiciones o muy parecidas durante todos los meses del año.

Permite obtener cultivos de alta calidad. Debido a que el invernadero te ofrece protección a todo tipo de fenómenos climáticos adversos, las plantaciones tienen muchas más probabilidades de obtener una mejor calidad que sin él. Esta calidad se manifiesta tanto exteriormente en la presentación del producto al cliente como en la calidad nutritiva de los cultivos.

Permite obtener mayores ganancias económicas. Como hemos comentado, cuando cultivas tus plantas dentro de un invernadero, estas crecen con una mayor calidad. Gracias a que obtienes mejores productos, puedes venderlos a un precio mucho más alto o incluso te permite exportarlos a otros mercados internacionales.

Permite disponer de unas condiciones perfectas para la investigación. En caso que dispongas de un invernadero con unas buenas prestaciones tecnológicas, tendrás la posibilidad de realizar investigaciones y pruebas en él. Simplemente modificando la temperatura podrás saber cuáles son las condiciones más favorables para cada uno de tus cultivos.

Permite secar cultivos para su preservación. Debes saber que utilizando un invernadero te será mucho más sencillo desecar productos como las guindillas o los pimientos, entre otros cultivos. Para que puedas realizar correctamente el secado es importante que tengas una buena ventilación para evitar el exceso de humedad en el invernadero. Para hacerlo de la mejor forma puedes abrir todas las ventanas del invernadero o dejar la puerta abierta y colocar el producto en un lugar soleado.

6 consejos antes de comprarte un invernadero

Consejos para utilizar un invernadero

Ahora ya sabes que tipos de modelos existen y todos los beneficios que puedes obtener con su utilización. Así que, si ya te has decidido a comprar uno te vamos a dar unos consejos que pueden servirte de ayuda en el futuro.

Climatización y ventilación

La temperatura ideal para un invernadero es de 19º durante el día y unos 7º por la noche, es importante que exista esa variación durante las diferentes partes del día. Ten en cuenta que debes tener siempre un termómetro dentro del invernadero para saber a qué temperatura se encuentran tus cultivos.

La ventilación de tu invernadero debe de ser dinámica para que el aire esté siempre en movimiento. Por la tanto es importante fijarse bien en que tu invernadero disponga de suficientes ventanas, en caso contrario, otra opción es recurrir a un ventilador para que mueva el aire.

Los paneles dobles en el invernadero son ideales para que las plantas permanezcan en calor durante el invierno. Si quieres tener una protección temporal, también puedes poner plástico en el interior del invernadero o bien situarle cerca de grandes árboles para que paren el viento.

En verano también debes conservar una temperatura fresca en el interior del invernadero y no siempre es fácil. En caso de que no dispongas de climatización, y tu invernadero este colocado en un lugar donde reciba mucho sol, puedes colocarlo cerca de grandes árboles para que le hagan sombra.

El suelo del invernadero

Es importante tener muy en cuenta el suelo donde vas a plantar los cultivos del invernadero, y no hacerlo de manera aleatoria, ya que va a depender en parte también de ello el buen crecimiento de tus plantas. Lo mejor es siempre utilizar una tierra diferente a la típica de tu jardín. Lo óptimo es debe utilizar tierra con componentes orgánicos y minerales para que tus plantas crezcan fuertes.

En caso de que cada año cultives las mismas hortalizas en tu invernadero, te recomendamos que cambies la tierra cada dos años para renovar los nutrientes de esta.

Uso correcto del agua

Es muy importante que tengas presente las cantidades exactas de agua que vas a necesitar para regar tus plantas, ya sea automática o manualmente. Aproximadamente se deben de utilizar entre 90.000 y  140.000 litros de agua por hectárea cada día. Para cuidar a tus plantas debes utilizar agua mezclada con nutrientes. Te recomendamos que antes de nada, analices los niveles de pH y de sal de agua para optimizarlos para tus cultivos.

Distribución y uniformidad de tu cultivo

Para optimizar el espacio de tu invernadero deberás pensar muy bien donde colocas tus cultivos. Debes tener en cuenta que tus cultivos deben tener el espacio necesario para su correcto crecimiento, pero sin dejar espacios muertos para ahorrar espacio. Antes de plantar los cultivos debes organizar como vas a uniformar tus plantaciones. Recuerda que como más optimices el espacio, mayor rendimiento te dará.

Plagas

Aunque el hecho de utilizar un invernadero es beneficioso para las plagas, también debes tener cuidado y tomar ciertas precauciones. Te recomendamos situarlo lejos de zonas de producción agraria para asegurarte de no tener plagas.

Luminosidad

Para el crecimiento de tus plantas es vital que dispongan de una buena luz. Uno de los factores más importantes para aumentar la luz es orientar correctamente el invernadero. Además de su orientación, debes limpiarlo, por lo menos, semanalmente del polvo o cualquier otro material que impida el correcto paso de la luz. 

Conclusión

Lo mejor que puedes hacer antes de comprarte un invernadero, es valorar las condiciones climáticas de tu hogar. Si ves que llueve muy a menudo, te recomendamos utilizar invernaderos de estilo gótico o los de capilla. En caso de que llueva de forma esporádica, la mejor opción para empezar es probar un invernadero de túnel, uno de los más utilizados y eficientes.   

Recuerda seguir todos los consejos que te hemos dado en este artículo para que tus plantas crezcan fuertes y sanas en tu nuevo invernadero. 

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